¿Te verde (EGCG) sirve para la diabetes?

 El galato de epigalocatequina (EGCG) es un compuesto vegetal que forma parte de las catequinas, un grupo de sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

El EGCG es el principal componente activo del té verde y se le atribuyen numerosos beneficios para la salud humana.

El EGCG actúa como un potente antioxidante, capaz de neutralizar los radicales libres que se generan en el organismo por el estrés oxidativo. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden dañar el ADN, las proteínas y las membranas celulares, favoreciendo el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas.

Además, el EGCG tiene efectos antiinflamatorios, modulando la producción de citocinas proinflamatorias y la actividad de las enzimas implicadas en la inflamación. La inflamación crónica está asociada a diversas patologías como la artritis, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

El EGCG también tiene propiedades antidiabéticas, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de glucosa en sangre. Asimismo, previene las complicaciones vasculares derivadas de la diabetes, como la aterosclerosis y la hipertensión.

El EGCG también tiene efectos anticancerígenos, al inhibir el crecimiento, la invasión y la metástasis de las células tumorales. El EGCG actúa sobre diferentes vías moleculares relacionadas con la proliferación celular, la angiogénesis, la apoptosis y la inflamación. Se ha demostrado que el EGCG tiene actividad contra diversos tipos de cáncer, como el de mama, el de próstata, el de colon y el de piel.

El EGCG también tiene beneficios para la salud cerebral, al proteger a las neuronas del daño oxidativo y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. El EGCG mejora la memoria, el aprendizaje y la atención, al estimular la neurogénesis y la plasticidad sináptica.

Finalmente, el EGCG también tiene efectos sobre el peso corporal y la composición corporal, al favorecer la termogénesis y la oxidación de las grasas. El EGCG aumenta el gasto energético y reduce el apetito, lo que contribuye a una menor ingesta calórica y a una mayor pérdida de grasa corporal.

¿Dónde se encuentra el EGCG y cómo se puede consumir?

El EGCG se encuentra principalmente en el té verde (de preferencia orgánico y sin azúcar o leche), una bebida milenaria originaria de China que se obtiene de las hojas secas de la planta Camellia sinensis. El té verde se caracteriza por tener un bajo grado de oxidación durante su procesamiento, lo que preserva su contenido en catequinas. Se estima que una taza de té verde contiene entre 50 y 100 mg de EGCG.

- Preparar el té verde adecuadamente, usando agua caliente pero no hirviendo (entre 80 y 90°C) y dejando infusionar las hojas durante al menos 3 minutos.

 - Añadir limón o vitamina C al té verde, ya que esto puede aumentar la absorción del EGCG en el organismo

El EGCG también se puede encontrar en otros tipos de té como el té blanco, el té negro o el té oolong, pero en menor cantidad debido a su mayor grado de oxidación. Además, existen otras fuentes vegetales que contienen EGCG, como las manzanas, las uvas, las fresas, los arándanos, los pistachos o las nueces.

Otra forma de consumir EGCG es mediante suplementos dietéticos que contienen extracto de té verde o extracto de catequinas purificadas. Estos suplementos pueden tener una concentración mayor de EGCG que el té verde natural y pueden ser útiles para personas que no toleran o no les gusta el sabor del té. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los suplementos no tienen los mismos efectos que el té verde entero, ya que pueden carecer de otros componentes beneficiosos como los polifenoles o los flavonoides.

¿Cuál es la dosis recomendada de EGCG y qué precauciones hay que tener?

La dosis recomendada de EGCG depende del objetivo que se persiga y de las características individuales de cada persona