Aceite de oliva: Saludable recurso contra el envejecimiento

El aceite de oliva es uno de los alimentos más característicos y saludables de la dieta mediterránea, considerada como una de las más equilibradas y beneficiosas para la salud. 

Se trata de un producto que se obtiene al prensar las aceitunas, el fruto del olivo, un árbol milenario que se cultiva principalmente en la cuenca mediterránea.

El aceite de oliva se clasifica según su grado de acidez y su método de extracción. El más recomendable es el aceite de oliva virgen extra, que tiene una acidez menor al 0,8% y se obtiene mediante procedimientos mecánicos que no alteran sus propiedades. Este tipo de aceite conserva el aroma, el sabor y los nutrientes de las aceitunas, y es el que ofrece mayores beneficios para la salud.

Beneficios del aceite de oliva para la salud

El aceite de oliva es un alimento rico en grasas monoinsaturadas, principalmente ácido oleico, que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL) en la sangre. De este modo, se previenen las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, la arteriosclerosis o el infarto.

Además, el aceite de oliva contiene antioxidantes naturales, como la vitamina E, los polifenoles o los tocoferoles, que protegen las células del daño causado por los radicales libres. Estos compuestos también tienen efectos antiinflamatorios, antitrombóticos y antitumorales, y pueden prevenir el envejecimiento prematuro y el cáncer.

El aceite de oliva también aporta otros nutrientes esenciales para el organismo, como la vitamina A, el hierro, el calcio o el magnesio. Asimismo, favorece la absorción de otras vitaminas liposolubles presentes en los alimentos, como la vitamina D o la vitamina K.

El consumo moderado y regular de aceite de oliva puede mejorar la salud digestiva, al facilitar el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento. También puede mejorar la salud ósea, al favorecer la mineralización y la densidad ósea. Además, puede mejorar la salud cerebral, al prevenir el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas.

Usos del aceite de oliva

El aceite de oliva es un ingrediente muy versátil que se puede usar tanto en la cocina como en otros ámbitos. Algunos de sus usos son:

 - Cocinar: el aceite de oliva es ideal para aliñar ensaladas, verduras o pescados. También se puede usar para freír o saltear alimentos, ya que resiste bien las altas temperaturas sin perder sus propiedades. Además, aporta un sabor y un aroma característicos a los platos.

 - Conservar: el aceite de oliva se puede usar para conservar alimentos como quesos, embutidos o vegetales. Basta con introducirlos en un recipiente con aceite y taparlo bien. De este modo, se evita que se sequen o se estropeen.

 - Repostería: el aceite de oliva se puede usar para elaborar postres como bizcochos, magdalenas o galletas. Se sustituye la mantequilla o la margarina por una cantidad equivalente de aceite. Así se obtienen unos dulces más ligeros y saludables.

 - Belleza: el aceite de oliva se puede usar como cosmético natural para hidratar y nutrir la piel y el cabello. Se puede aplicar directamente sobre la piel o mezclarlo con otros ingredientes como miel, yogur o limón. Para el cabello, se puede aplicar desde las raíces hasta las puntas y dejar actuar durante unos minutos antes de lavarlo.

 - Salud: el aceite de oliva se puede usar como remedio casero para aliviar algunos problemas de salud como las quemaduras, las heridas, las picaduras o las infecciones. Se aplica una pequeña cantidad sobre la zona afectada y se cubre con una gasa o un paño limpio. El aceite de oliva ayuda a calmar el dolor, a desinfectar y a cicatrizar.

Estos son solo algunos ejemplos de los usos y beneficios del aceite de oliva, un alimento que no debería faltar en nuestra dieta ni en nuestro hogar. El aceite de oliva es un tesoro de la naturaleza que nos ofrece salud, sabor y bienestar.